En el municipio de Puñal, provincia Santiago, un adolescente de 15 años que había escapado del cuartel policial con las esposas puestas fue entregado por su propia abuela a las autoridades. El menor había sido detenido por su presunta participación en una serie de robos a colmados en las comunidades de Guayabal y Puñal, pero logró fugarse durante su arresto. Tras regresar a su casa aún esposado, fue convencido por su abuela para entregarse voluntariamente y evitar que la policía lo ultimara.
La señora, quien actúa también como madre del joven debido al fallecimiento de sus padres, explicó entre lágrimas que se siente desesperada y temerosa por el futuro de su nieto. “Me dijeron que lo iban a matar si lo encontraban. Por eso decidí llevarlo yo misma al cuartel. Estoy cansada, no sé qué hacer”, expresó la mujer, quien también lamentó el estigma social que enfrenta en su comunidad.
El adolescente, huérfano de ambos padres y con antecedentes de reincidencia delictiva, permanece bajo custodia policial mientras las autoridades deciden las medidas a tomar. La historia, marcada por la pobreza y la desintegración familiar, refleja el drama de muchos jóvenes que caen en la delincuencia a falta de guía y oportunidades.