Durante una acalorada conversación en Chévere Nights, el equipo del programa abordó el controversial video del raso Daurín Muñoz, quien denunció las precarias condiciones salariales dentro de la Policía Nacional. Con tono emotivo y crítico, los panelistas destacaron que su testimonio, lejos de ser motivo de burla, refleja una tragedia nacional: la frustración de una juventud profesional obligada a sobrevivir con sueldos que apenas alcanzan para comer.

Los presentadores señalaron que mientras algunos funcionarios debatían si el salario real era 5,800 o 7,000 pesos, la diferencia seguía siendo “la misma M”. Se contrastó el presupuesto asignado a presos (93 pesos diarios) con el de policías (16 pesos), y se criticó duramente que en el país se invierta más en delincuentes encarcelados que en quienes están llamados a mantener el orden. También se abordó la complicidad histórica entre corrupción y poder: “al presidente le conviene una policía corrupta para no tener que arreglarla”, se afirmó en vivo.

La conversación culminó con un llamado a la acción: dignificar a los agentes, reformar la institución y reconocer el valor de jóvenes como Daurín, profesionales que aún dentro del sistema no han perdido la ética. La denuncia del raso se convirtió en símbolo de una deuda social que no admite más excusas. “Los funcionarios solo quieren que el macuteo arregle lo que ellos no tienen los pantalones de enfrentar”, sentenció uno de los panelistas.