En una entrevista con el vocero del gobierno de Luis Abinader, Homero Figueroa, en la que abordan una serie de temas relacionados con la reforma fiscal, la gobernabilidad y la respuesta del gobierno a las críticas y reacciones de la sociedad dominicana.
Durante una entrevista en el programa “El Sol de la Mañana”, Figueroa expuso que el Presidente Abinader es un demócrata comprometido con el sentimiento popular. “Cualquier decisión debe estar fundamentada en el pensamiento de la mayoría del pueblo dominicano”, aseguró. Este enfoque ha llevado al mandatario a optar por la rectificación cuando las decisiones no cuentan con el consenso necesario.
El vocero del gobierno subrayó que el retiro de la reforma era inminente, dado el “estado de crispación” en el que se encontraba la sociedad dominicana. Figueroa destacó que la reforma, aunque necesaria para enfrentar el déficit fiscal y asegurar la sostenibilidad económica futura, no contaba con la aprobación del pueblo. “Lograr consensos es fundamental; no se puede mantener un proyecto cuando la nación está cerrada a banda”, expresó.
El gobierno había considerado dejar el proyecto en la mesa para un futuro debate, sin embargo, la prolongación de la incomodidad social era simplemente inaceptable. “Esa monotonía en el debate fiscal podía generar un calvario para el país”, añadió Figueroa. Debido a esta percepción, el presidente Abinader decidió actuar con humildad y honestidad, retirando el proyecto y abriendo la puerta a un diálogo más amplio.
Figueroa resaltó que la reforma fiscal contenía buenos elementos, como la eliminación del anticipo para las microempresas y la necesidad de ampliar la base tributaria. No obstante, muchos de estos puntos positivos no fueron valorados adecuadamente por la población, lo que llevó a una desconfianza generalizada hacia las propuestas.
Sin embargo, a pesar del retiro de la reforma, el gobierno tiene la difícil tarea de encontrar soluciones para mantener la estabilidad fiscal. Figueroa indicó que es esencial para el futuro del país que se inicie un diálogo inclusivo, donde todos los sectores de la sociedad puedan participar en el diseño de una nueva propuesta fiscal que sea más aceptable.
Este cambio de rumbo en la política fiscal del gobierno se produce en un contexto donde la administración Abinader enfrenta la presión de la ciudadanía por una gestión más transparente y responsable, así como el reto de continuar impulsando un desarrollo sostenible y equitativo para el país. El próximo paso del gobierno será crucial para restablecer la confianza y el diálogo con la población.