El Departamento de Transportes del Gobierno de Estados Unidos ha abierto una investigación a la aerolínea Delta Air Lines debido a las “continuas perturbaciones generalizadas” en su servicio, que comenzaron después del fallo informático global de la firma de software Crowdstrike en el sistema operativo Windows el pasado viernes.
Según informó el secretario de Estado de Transportes, Pete Buttigieg, la investigación se inició para garantizar que Delta cumpla la ley y se preocupe por sus pasajeros. “Queremos asegurarnos de que ese derecho se cumpla”, agregó.
Delta canceló 451 vuelos en un solo día, lo que supera a otras aerolíneas y suma a las cancelaciones del sábado (1.208), domingo (1.386) y lunes (1.159). En total, han sido cancelados más de 4.000 vuelos en cuatro días.
El presidente ejecutivo de Delta se disculpó con los clientes y les ofreció millas de vuelo como compensación por las molestias causadas. Sin embargo, el DOT está investigando si la aerolínea cumplió con los requisitos de protección al pasajero.
El secretario Buttigieg animó a los pasajeros afectados a dirigir sus quejas a la propia compañía, pero advirtió: “Vamos a hacer un seguimiento”. Hasta el momento, Delta no ha respondido al anuncio del secretario de Estado.
La aerolínea atribuyó los retrasos y cancelaciones a que tuvo que recurrir a reparaciones manuales en las aplicaciones afectadas y la sincronización entre ellas en un sistema “enormemente complicado”. Los equipos de Delta trabajan sin descanso para ocuparse de sus clientes y ofrecen reembolso de gastos, reprogramación de vuelos y millas como compensación.
La investigación sigue en curso y puede tener importantes consecuencias para Delta y su capacidad para operar seguro y eficientemente.