Susana Gautreau ha lanzado una fuerte crítica al liderazgo nacional de la República Dominicana, señalando que este no puede seguir ignorando la situación migratoria de los haitianos en el país, la cual ha evolucionado de una “invasión pacífica” a una crisis de mayor envergadura. En su intervención, Gautreau destacó la falta de control del Estado sobre la migración haitiana y la creciente presión demográfica de Haití, lo que ha exacerbado las tensiones sociales y culturales.
“Lo que estamos viviendo hoy es el resultado de una migración que, en su momento, fue mal manejada. El Estado perdió el control, y el desorden ha permitido que los haitianos impongan su cultura y formas de convivencia en barrios dominicanos. Además, la policía muestra una actitud más cautelosa cuando se enfrentan a situaciones con haitianos, temiendo consecuencias violentas, mientras la población local se siente impotente”, explicó Gautreau.
En cuanto al liderazgo político y social, Gautreau acusó a los dirigentes dominicanos de no abordar la migración haitiana como un tema prioritario. Aseguró que muchos líderes políticos, incluidos los empresarios, se mantienen al margen debido a intereses electorales y económicos, mientras que otros optan por alinearse con organizaciones internacionales que promueven esta migración, sin considerar sus efectos en la sociedad dominicana.
“Los empresarios, especialmente en sectores como la construcción, se benefician de la mano de obra haitiana no registrada, ya que pueden pagar salarios más bajos y evadir otras responsabilidades laborales. Este vacío legal y la falta de fiscalización contribuyen a la proliferación de la migración ilegal, que termina perjudicando al trabajador dominicano”, subrayó.
Gautreau también cuestionó la actitud pasiva del gobierno ante el descontrol en la frontera y las implicaciones que esta situación tiene para la estabilidad social y económica del país. Destacó que la presencia de haitianos en sectores donde nunca habían estado antes genera conflictos laborales y afecta negativamente la imagen del país, incluso en áreas clave como el turismo.
En su intervención, Gautreau instó al Congreso Nacional y al poder ejecutivo a trabajar de manera conjunta y urgente para abordar esta crisis migratoria. Según ella, la solución no pasa por negar la situación, sino por implementar medidas que incluyan una revisión profunda de las políticas de inmigración y trabajo, y un control más estricto de las actividades comerciales y laborales que involucran a los haitianos.
“Es tiempo de dejar de considerar esto como una provocación y entender que la responsabilidad es compartida. La migración haitiana es un problema urgente, y el liderazgo nacional debe actuar ahora para evitar que esta situación siga afectando el desarrollo y la paz social del país”, concluyó Gautreau.
Esta reflexión marca un llamado a la acción para el liderazgo dominicano, a fin de garantizar un manejo más efectivo y ordenado de la migración haitiana, que respete tanto los derechos de los inmigrantes como la seguridad y bienestar de los ciudadanos dominicanos.