La Junta Municipal Electoral de Tamboril se convirtió en epicentro de tensión tras denuncias de supuestas irregularidades en el conteo de votos. Seguidores del exalcalde y candidato Juan Bo se congregaron frente a la sede exigiendo un reconteo total de las 63 mesas, alegando diferencias mínimas de votos y reclamando transparencia. La situación escaló cuando se reportó que, tras el cierre de la Junta, un delegado del PNB fue sacado esposado por miembros de seguridad, alimentando rumores de manipulación de actas.

En respuesta, el actual síndico y candidato a la reelección, Angiolino, negó cualquier irregularidad y calificó las acusaciones como “pataleos de galleros”. Afirmó que las boletas municipales no registraron impugnaciones y que el boletín número 7 le otorga más de mil votos de ventaja. “La oposición tiene derecho a pedir conteo, pero no a malinformar y crear caos en la población”, declaró, insistiendo en que el proceso se ha desarrollado conforme a la ley.

La población de Tamboril se mantuvo vigilante frente a la Junta durante toda la noche, mientras líderes comunitarios y observadores llaman a la calma y a que el reconteo, de ser aprobado, se realice bajo estricta supervisión. El incidente refleja la alta sensibilidad electoral en la región y la necesidad de fortalecer la confianza ciudadana en los procesos municipales.