Las declaraciones del obispo de Baní, Víctor Masalles, sobre una fotografía en la que el entonces líder político Luis Abinader aparece acompañado de la presentadora Mía Cepeda, generaron un amplio rechazo por parte de sectores sociales. El comentario publicado por el obispo en Twitter —“candidato que se presta a esta mojiganga difícil que llegue a ser presidente”— fue calificado por grupos LGTB como discriminatorio e incentivador del odio hacia personas trans y la comunidad diversa en general.

Representantes de la comunidad LGTB señalaron que resulta preocupante que una figura religiosa promueva discursos que, según ellos, estigmatizan a ciudadanos que solo ejercen su derecho a participar en la vida pública. Mía Cepeda respondió afirmando que la Iglesia debería enfocarse en problemas sociales urgentes como la desnutrición, la falta de educación y el acceso limitado a servicios de salud, en lugar de emitir juicios que dividen y discriminan. También destacó que contribuye a labores sociales sin hacer gala de ello públicamente.

Voceros eclesiásticos defendieron al obispo, alegando que su comentario no pretendía atacar a Cepeda, sino cuestionar la estrategia política de Abinader. El propio Abinader emitió un comunicado subrayando que, por convicción cristiana, no sostiene actitudes de rechazo hacia ninguna persona por su religión, raza u orientación sexual. El debate sigue abierto, evidenciando la tensión entre sectores religiosos, políticos y comunitarios en torno a temas de discriminación e inclusión.