Un innovador estudio presentado por investigadores del American Heart Association reveló que las placas ateroescleróticas presentes en las arterias carótidas de pacientes con antecedentes de accidente cerebrovascular, ataques isquémicos transitorios o pérdida temporal de visión contienen hasta 51 veces más micro y nanoplásticos que las arterias sin afecciones.

Los análisis, liderados por el Dr. Ross Clark de la Universidad de Nuevo México, también mostraron que incluso en casos asintomáticos había un incremento de 16 veces en la concentración de plásticos en la placa, en comparación con arterias sanas.

Además de encontrar partículas plásticas (como polietileno y PVC) a través de técnicas como la microscopía electrónica y el calentamiento controlado, se observó una alteración en la expresión génica en células inmunitarias y precursoras dentro de las placas, lo que sugiere una posible relación con procesos inflamatorios.

Aunque todavía no se ha establecido una relación causal directa entre la presencia de microplásticos y las enfermedades cardiovasculares, los resultados de un seguimiento de 34 meses mostraron que los pacientes con partículas plásticas en sus arterias tenían hasta cinco veces más probabilidad de sufrir un ataque cardíaco, un ictus o incluso morir, en comparación con los que no presentaban plásticos.

La investigación complementa estudios previos donde ya se había detectado microplásticos en sangre, pulmón, placenta y otros tejidos humanos, aunque nunca antes se habían encontrado incrustados en arterias como en este caso .

Ante estos hallazgos, los científicos hacen un llamado urgente a continuar esta línea de investigación, mejorar los métodos de detección y evaluar si la reducción de la exposición a plásticos tales como el uso de agua filtrada, evitar plásticos calientes y preferir vidrio o acero inoxidable podría disminuir el riesgo vascular.

Los expertos también destacaron la importancia de políticas públicas más estrictas para controlar la contaminación plástica a nivel global, ya que la presencia de microplásticos en órganos vitales podría representar un riesgo significativo para la salud pública en el futuro cercano. Insisten en que abordar este problema desde la raíz es fundamental para reducir la carga ambiental y los posibles daños asociados a la exposición crónica de la población.