La muerte de un bebé de apenas 4 meses ha generado gran conmoción en la comunidad de Palmarito, Bonao. El pequeño falleció en lo que algunos han descrito como circunstancias extrañas, mientras estaba bajo el cuidado de una vecina de la madre, quien se encontraba trabajando en el momento de los hechos.
Según las versiones de la madre y la vecina, el niño empezó a convulsionar y vomitar después de que la mujer de 22 años le diera un jugo en polvo de naranja, además de unas ramas de orégano que le dejaron como alimento para preparar unos tés. La madre, que tiene otro hijo de 3 años, asegura que nunca había tenido problemas de salud con su hijo mayor y que había dado al bebé té de anís y orégano en otras ocasiones sin inconvenientes.
Sin embargo, la versión oficial del Ministerio Público indica que la madre se encontraba disfrutando del carnaval en Bonao, y no trabajando, como había señalado inicialmente. Además, las autoridades han señalado que la vecina pudo haber causado una intoxicación en el bebé al darle los remedios caseros.
A pesar de las discrepancias entre las versiones de la madre y la vecina, la Fiscalía de Niños, Niñas y Adolescentes de Bonao ha tomado cartas en el asunto. La fiscalía ha asegurado que se solicitarán penas drásticas para ambas mujeres por la muerte del infante.
“Procedimos inmediatamente cuando nos enteramos del hecho y detuvimos tanto a la madre como a la vecina que asumió el cuidado del niño”, comentó la fiscal a los medios locales. El caso sigue siendo investigado mientras la comunidad de Bonao espera una resolución clara sobre lo sucedido.
El caso ha levantado un gran debate sobre las prácticas de cuidado infantil y el uso de remedios caseros en la República Dominicana, donde muchos se preguntan hasta qué punto estos métodos pueden ser peligrosos para los más pequeños.