Higüey, La Altagracia.- Un menor de apenas dos años resultó gravemente herido durante un asalto ocurrido la mañana del domingo en el sector Villa Cerro, municipio de Higüey. El niño recibió un disparo en el tórax que le provocó un shock hipovolémico y contusión pulmonar, por lo que fue trasladado de inmediato al Hospital Materno Infantil Nuestra Señora de La Altagracia, donde recibe atención médica especializada.
El incidente se registró alrededor de las 11:10 a.m., cuando dos hombres, identificados como Wilmer Antonio de la Cruz, alias “El Wazón”, y Lizandro Gabriel de Jesús, presuntamente intentaron despojar de una cadena de oro a un joven de 25 años, Johan Manuel Castillo Javier, frente a su negocio Johan Flow Boutique.
Tras cometer el atraco, los agresores huyeron en una motocicleta, efectuando varios disparos hacia los residentes que intentaron perseguirlos. Uno de esos proyectiles alcanzó al menor, quien se encontraba en otra motocicleta junto a su padre, Dalbert Noncent.
La Policía Científica se presentó en la escena del hecho y recolectó dos casquillos calibre 9 mm como parte de las investigaciones. Las autoridades confirmaron que los responsables del asalto están siendo buscados activamente y reiteraron su compromiso de llevarlos ante la justicia.
El hecho ha generado gran preocupación entre los residentes del sector Villa Cerro, quienes hicieron un llamado a reforzar la seguridad en la zona para evitar que se repitan incidentes de esta naturaleza.
Delincuencia en RD
La delincuencia en República Dominicana continúa siendo un desafío importante para las autoridades y la ciudadanía, especialmente en lo que respecta a los atracos en distintas zonas del país. En los últimos meses, se ha registrado un aumento en robos a comercios, transeúntes y vehículos, muchos de ellos perpetrados con armas de fuego y con un alto grado de violencia.
Estos hechos generan preocupación en la población, que exige mayor presencia policial y estrategias más efectivas de prevención para garantizar la seguridad en las calles.
Los atracos, que afectan tanto a residentes como a turistas, han llevado a que muchas personas modifiquen sus rutinas diarias y adopten medidas de autoprotección. Las autoridades, por su parte, han intensificado los operativos y han implementado programas de vigilancia, pero los ciudadanos señalan que aún persiste la sensación de inseguridad. Este escenario subraya la necesidad de un trabajo coordinado entre el gobierno, la policía y la comunidad para reducir los índices de criminalidad y asegurar entornos más seguros para todos.
