En la Ciudad de México, un hombre provocó gran conmoción al lanzarse al vacío desde una estructura elevada frente a decenas de personas. En un primer momento quedó atrapado entre cables, lo que evitó que perdiera la vida de forma inmediata. Sin embargo, minutos después volvió a saltar, esta vez hacia una manta colocada por brigadistas para amortiguar el impacto, pero el dispositivo falló y terminó golpeando contra el pavimento.

Contra todo pronóstico, el sujeto —cuya identidad no ha sido revelada— sobrevivió al incidente con golpes y raspones, de acuerdo con el reporte de paramédicos que lo atendieron en el lugar. Posteriormente fue detenido por elementos de la policía capitalina, tras mantener en vilo a brigadistas y transeúntes que ya lo daban por muerto.

Autoridades señalaron que el individuo podría haber estado bajo los efectos de drogas o atravesando una crisis de salud mental, por lo que evalúan su posible internamiento en una institución psiquiátrica. El caso reabre el debate sobre la atención a la salud mental en México y las reiteradas emergencias causadas por personas que, en circunstancias similares, ponen en riesgo su vida y la de quienes intentan auxiliarlas.