Marino Zapete denuncia las condiciones deplorables del hospital Juan Pablo Pina, ubicado en San Cristóbal, donde las sábanas ensangrentadas de pacientes son lavadas a mano por falta de lavadoras. En su programa, el periodista critica que trabajadoras tengan que manipular ropa contaminada sin protección, exponiéndose a enfermedades como VIH, hepatitis o tuberculosis. Califica la situación como inhumana y propia de un sistema de salud colapsado.

Zapete compara esta crisis con otros hospitales del país como el San Bartolomé en Neiba y el Ricardo Limardo en Puerto Plata, donde también se han reportado precariedades, desde cirugías hechas con la luz de celulares hasta condiciones que asemejan un basurero. Arremete contra los funcionarios que defienden el sistema de salud pública asegurando que está a la altura del privado, calificando esas afirmaciones como una burla descarada al pueblo.

Con su habitual tono crítico, Marino reta a los líderes del gobierno a demostrar su fe en el sistema público llevando a sus propios hijos a hospitales y escuelas del Estado. “Si usted como ministro no usa lo que promueve, está mintiendo”, sentencia. Su intervención es un llamado directo a la transparencia y a la acción, revelando la dura realidad detrás de los discursos oficiales.