Santo Domingo, R.D. – Manuel Cruz advirtió este viernes que Estados Unidos ha venido perdiendo aceleradamente su capacidad de influencia global a través del llamado “poder blando”, como consecuencia directa de las decisiones impulsadas por el presidente Donald Trump, quien, según dijo, “ni entiende ni le importa” este concepto geopolítico.

Durante su comentario habitual de los viernes, Cruz citó el caso reciente de los ataques de Trump contra la Universidad de Harvard, a la que acusa de promover una agenda “woke“. Señaló que acciones como esa no solo afectan a instituciones icónicas, sino que minan la estructura simbólica que por décadas ha proyectado a EE. UU. como referente educativo, científico y cultural a nivel mundial. “Harvard no es solo una universidad; es un instrumento del poder global de EE. UU.”, subrayó, recordando que de allí han salido 161 premios Nobel, muchos de ellos extranjeros que luego sirvieron a los intereses de ese país.

Cruz explicó que el “poder blando” conceptualizado por los académicos Joseph Nye y Robert Keohane ha sido fundamental para que EE. UU. se mantenga como potencia hegemónica, ya que permite influir sin recurrir a la fuerza. “El mayor poder que tuvo Estados Unidos fue que alguien en cualquier parte del mundo soñara con vivir allí y cambiar su vida. Hoy, eso ha desaparecido con Trump, porque lo primero que hace es perseguirte por ser extranjero”, afirmó.

El comunicador también criticó el desmantelamiento de estructuras clave del poder blando, como la USAID y la Voz de América, utilizadas históricamente para promover intereses estadounidenses bajo el disfraz de cooperación o medios informativos. “Trump ha tratado esos instrumentos como si fueran gastos innecesarios, sin entender que ahí se juega la verdadera batalla de la influencia global. Solo con fuerza no se dirige el mundo en el siglo XXI”, advirtió.

Cruz concluyó señalando que, una vez Donald Trump abandone definitivamente la política, las instituciones volverán a recuperar su curso, porque “el sistema estadounidense es más grande que cualquier figura política, por muy popular que sea”.