Una joven identificada como Altagracia Rodríguez Gómez, conocida como Catherine, fue rescatada por las autoridades luego de haber sido raptada y brutalmente agredida por su expareja en la provincia de Montecristi.
La víctima relató que fue secuestrada la tarde del martes mientras se encontraba trabajando en una banca, cuando su agresor, acompañado de otro individuo, la atacó y la obligó a subir a un vehículo. “Me agarró por los cabellos y me montó a la fuerza. Me llevaron a un monte, me dio muchos golpes y hasta me apuñaló”, narró entre lágrimas.
Rodríguez Gómez explicó que la Policía Nacional mantuvo una intensa búsqueda durante toda la noche, logrando finalmente dar con su paradero gracias a la colaboración de vecinos que alertaron sobre su ubicación en una zona rural conocida como La Rita. “La policía me cayó detrás de día y de noche, y gracias a Dios pudieron rescatarme viva”, expresó.
La joven reveló además que su agresor había cumplido recientemente una condena por violencia en su contra, pero fue liberado bajo régimen domiciliario. “Él mismo dijo que salió para matarme”, afirmó, haciendo un llamado urgente a las autoridades judiciales para que este caso no quede impune y se proteja la vida de las mujeres víctimas de violencia.
Violencia domestica en RD
En los últimos años, la violencia de género e intrafamiliar continúa siendo un problema grave en República Dominicana. Según reportes institucionales del Ministerio Público, entre los años 2020 y 2023 se registraron 272,336 denuncias por violencia de género e intrafamiliar.
En Santo Domingo Este, una de las demarcaciones con mayor densidad poblacional, se documentaron 72,657 denuncias en los últimos cinco años, siendo frecuentes los casos de violencia verbal, psicológica, física y abusos económicos. Además, la Oficina Nacional de Estadística (ONE) reportó que entre 2020 y 2024 al menos 708 mujeres murieron por condiciones de violencia, muchas de ellas relacionadas con agresiones en el entorno doméstico o sentidas como intrafamiliar.
A pesar de los esfuerzos del Estado dominicano y organizaciones civiles, persisten retos sostenidos. El cumplimiento efectivo de órdenes de protección es inconsistente, y muchas víctimas no denuncian por temor, falta de confianza o desconocimiento de los mecanismos legales disponibles. También se evidencia que la mayor parte de los abusos reportados son contra mujeres, y que distintos sectores del país (como Santo Domingo, Santiago, Puerto Plata y San Pedro de Macorís) concentran gran parte de los casos.
Existe consenso entre autoridades y expertos en que hace falta fortalecer la educación, servicios de apoyo psicológico, capacitación y seguimiento legal para reducir la violencia doméstica de raíz.