El expresidente francés agradece el trato recibido en prisión y califica su experiencia como “dura y extenuante”
El expresidente de Francia, Nicolas Sarkozy, fue liberado este lunes del centro penitenciario La Santé, en París, tras pasar 20 días en régimen de aislamiento, luego de que el Tribunal de Apelación de París aprobara su solicitud de libertad bajo control judicial. La decisión incluye la prohibición de salir del país y de mantener contacto con el ministro de Justicia, Gérard Darmanin.
Sarkozy, quien escuchó la resolución por videoconferencia, mostró signos de emoción al conocer su liberación. Había sido condenado el pasado septiembre a cinco años de prisión por corrupción y asociación ilícita, tras comprobarse que su entorno político mantuvo negociaciones con funcionarios del régimen libio de Muamar Gadafi para obtener financiación destinada a la campaña presidencial de 2007, que lo llevó al poder.
Aunque el tribunal no pudo demostrar que los fondos fueron finalmente utilizados, consideró probado que el dinero salió de Libia, calificando los hechos de una “gravedad excepcional”. La sentencia provocó amplia polémica al ordenar su encarcelamiento inmediato, sin esperar el resultado de los recursos interpuestos por su defensa.
Durante su estancia en prisión, el exmandatario describió su experiencia como una de las etapas más difíciles de su vida. “Es muy duro, muy duro. Diría incluso que es extenuante”, afirmó Sarkozy en declaraciones posteriores. También agradeció la “humanidad excepcional del personal penitenciario”, asegurando que su trato “convirtió esta pesadilla en algo soportable”.