Desde su hogar en Villa Altagracia, el legendario merenguero Sergio Vargas ofreció una conversación íntima y reveladora para el segmento “Famosos Merengueros” del programa De Extremo a Extremo. En un ambiente acogedor y rodeado por lo que él llama su “plan de retiro”, Vargas mostró su nueva propiedad: un proyecto cultural inspirado en experiencias sociales de Brasil, que busca rescatar a jóvenes de entornos vulnerables a través de la música. “Todo lo que ves aquí lo he hecho con mi trabajo”, enfatizó el artista al mostrar su complejo autosustentable que incluirá escuela, tienda y espacios de formación artística.

Durante la entrevista, el Negrito de Villa reflexionó sobre el estado del merengue, defendiendo su valor histórico y su vigencia a pesar de los desafíos. “El merengue está bien; quienes estamos mal somos los merengueros”, afirmó, reconociendo que el género exige disciplina y destreza para interpretarlo en vivo. También se pronunció sobre la falta de espacios que impulsen nuevos talentos, asegurando que en los concursos “hay gente sin talento evaluando”, lo que afecta la calidad de los descubrimientos artísticos.

Respecto a la música urbana, Sergio fue claro: valora su impacto cultural y no se opone a colaboraciones, pero subraya que deben hacerse con sentido artístico, no con fines comerciales. También elogió a exponentes como Omega, calificándolo de “genial”, y reconoció que cada generación tiene su sonido. A sus 56 años, Sergio Vargas no solo sigue cantando con pasión, sino que demuestra un compromiso social que trasciende los escenarios.