Santo Domingo – Nuria Piera puso bajo la lupa los contratos de SENASA con empresas privadas para la atención primaria del régimen subsidiado, advirtiendo que este mecanismo, conocido como “pagos capitados”, podría estar beneficiando a privados mientras debilita la red pública de salud. Según Piera, cada afiliado asignado a estas empresas genera un pago fijo mensual, independientemente de que reciba servicios, lo que representa un riesgo de gasto innecesario para el Estado y cuestiona la eficiencia del sistema.
La investigación reveló que empresas como Kersum SRL recibieron contratos que abarcan hasta 500,000 afiliados, lo que podría traducirse en 65 millones de pesos mensuales o 780 millones al año. Además, Piera destacó que la supervisión de estos servicios es insuficiente, pues el contrato no contempla mecanismos claros de auditoría ni seguimiento, dejando dudas sobre si los afiliados realmente reciben atención médica adecuada y oportuna.
El esquema de pagos capitados también afecta la equidad del sistema. Muchos de los afiliados tienen que esperar meses para ser atendidos, especialmente en especialidades como ginecología y oftalmología, lo que limita la prevención temprana de enfermedades. Piera insistió en la necesidad de que la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales realice una supervisión rigurosa para garantizar que los recursos públicos se utilicen efectivamente en beneficio de los dominicanos y no solo para engrosar los bolsillos de prestadores privados.
Además, expertos en salud consultados por Piera advierten que este modelo de pagos capitados podría incentivar la desatención, ya que las empresas privadas reciben los fondos sin importar la cantidad de servicios prestados. Esto contrasta con la atención tradicional por servicio, donde cada consulta o procedimiento se registra y se paga, garantizando mayor control y responsabilidad en la atención al paciente. La falta de mecanismos claros de supervisión, según los especialistas, podría generar un círculo donde los afiliados subsidiados se ven obligados a depender de servicios privados con tiempos de espera prolongados y calidad de atención incierta.
Por otro lado, la periodista subrayó que el desvío de recursos hacia privados limita la inversión en hospitales públicos, que históricamente han sido el pilar del sistema de salud para los más vulnerables. Con este esquema, los centros públicos pierden financiamiento crucial para medicamentos, equipos y personal, debilitando la capacidad de atención primaria y poniendo en riesgo la salud de millones de dominicanos que dependen del régimen subsidiado. La situación, concluyó Piera, exige una intervención inmediata de las autoridades para garantizar transparencia y eficiencia en el manejo de los recursos de SENASA.