El presentador Enrique Crespo compartió en el segmento Famosos al Extremo cómo inició su carrera como camarógrafo en el Canal 47, entrevistando con una mano mientras enfocaba con la otra. Su transición a productor, y luego a figura delante de cámaras, se dio gracias a su capacidad de improvisar y hablar sin filtro, lo que pronto lo llevó a destacar en formatos interactivos. Aunque sus inicios fueron modestos, Crespo demostró desde temprano una visión clara de lo que faltaba en la televisión dominicana: crítica directa y sin complacencias.
Tras varios intentos frustrados con proyectos poco afines a su estilo, logró lanzar Los Dueños del Circo, un programa que, aunque fue suspendido a los tres meses por sus duras críticas a figuras públicas, llamó la atención de los principales medios. Gracias a ese escándalo, se abrieron puertas en Telecentro y luego en Telemicro, donde Enrique ha mantenido una carrera estable por más de una década. Crespo reconoce que nunca pensó que el proyecto duraría tanto tiempo, pero atribuye su permanencia a la falta de buen comportamiento de los artistas: “Si los artistas dominicanos se portaran bien, Los Dueños del Circo no existiría”.
Además de su faceta televisiva, Crespo reveló su paso por la administración de artistas, la apertura de negocios nocturnos como Fogos, y su incursión en el mundo estético con Ultralipo. Entre risas, se definió como una versión criolla de Micauly Culkin, multifacético y controversial. Con esta entrevista, Enrique deja claro que su estilo irreverente ha sido clave para abrirse paso en un medio muchas veces cerrado al cuestionamiento.