En un tenso incidente ocurrido en la intersección de la avenida Duarte con 27 de febrero, en Santo Domingo, el conductor de una guagua de la ruta Brisa del Este, Richard Félix, de 37 años, protagonizó un enfrentamiento con agentes de la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET). Testigos oculares relataron que Félix, en un arrebato de furia, sacó un puñal e intentó agredir a los uniformados, al tiempo que profirió amenazas de hacer explotar el tanque de gas del vehículo público. El caos se desató cuando los agentes respondieron con disparos al aire para someterlo, dejando varios heridos, entre ellos el propio chofer y una joven de 21 años, Jennifer Guzmán, quien resultó lesionada en una pierna y denunció el peligro para los transeúntes.
La AMET calificó el suceso como “lamentable” y abrió una investigación preliminar, según la cual el conductor agredió a un agente con un cuchillo, lo que obligó a la intervención de más personal. Mientras tanto, compañeros del agresor defendieron su actuar, alegando que Félix, padre de familia, estaba exhausto por recibir diariamente multas de entre 1.200 y 1.500 pesos, lo que lo habría llevado al límite. “Lo tienen cansado de ponerle multas; el chofer se niega a parar y se dirige al parqueo en Pimentel, donde cierra la puerta y se atrinchera”, narró un colega, destacando la presión acumulada sobre los transportistas.
Actualmente, Richard Félix se encuentra recluido en el hospital Moscoso Puello, bajo custodia, mientras las autoridades evalúan cargos por agresión y amenazas. El episodio resalta las crecientes tensiones entre conductores de transporte público y los entes reguladores, en un contexto de multas elevadas que afectan la subsistencia de estos trabajadores. La AMET prometió medidas para evitar futuros choques, pero el saldo de heridos y el pánico generado en la zona urbana subrayan la urgencia de diálogos constructivos.