El expresidente Hipólito Mejía calificó este viernes al crimen organizado como un “huracán social” capaz de debilitar —e incluso derrumbar— los cimientos del Estado social y democrático de derecho, afectando de manera directa la cohesión social y la estabilidad de los sectores más vulnerables, especialmente jóvenes y mujeres.

Durante su ponencia en la clausura del Seminario Internacional “Derechos Humanos y Crimen Organizado en América Latina: un Desafío Regional y Global”, organizado por la Asociación Latinoamericana para los Derechos Humanos y la Universidad de Costa Rica, Mejía advirtió que estas redes criminales poseen una fuerza “potente y diabólica”, con capacidad para socavar instituciones democráticas y deteriorar la convivencia social.

El exmandatario sostuvo que República Dominicana, debido a su posición geográfica estratégica, continúa siendo utilizada por redes transnacionales dedicadas al tráfico de estupefacientes, especialmente cocaína, una de las modalidades más graves con las que el crimen organizado amenaza vidas humanas. Subrayó que este fenómeno no reconoce fronteras ni pone límites a sus propósitos.

Mejía destacó que los resultados recientes en la lucha contra el narcotráfico han sido contundentes. Señaló que entre 2004 y 2020, el país incautó 77,526.11 kilogramos de droga, mientras que solo en los últimos cinco años la cifra asciende a más del triple. Precisó que del 16 de agosto de 2020 al 16 de agosto de 2024 se incautaron 156,137.21 kg, y del 16 de agosto de 2024 al 20 de octubre de 2025, otros 71,686.87 kg, para un total de 227,824.08 kilogramos.

Asimismo, resaltó que el Gobierno ha fortalecido la estructura operativa de las instituciones encargadas de combatir estos delitos y ha impulsado cambios legislativos y políticas públicas orientadas a atacar las causas estructurales del crimen. Entre estas acciones mencionó la Extinción de Dominio, el nuevo Código Procesal Penal, la modernización del sistema penitenciario, la persecución del lavado de activos, la lucha contra el terrorismo, la actualización del Plan Nacional de Derechos Humanos y reformas orientadas a robustecer la seguridad.

Mejía afirmó que la coordinación interinstitucional del gobierno dominicano constituye una respuesta firme ante este fenómeno, al integrar a todas las entidades de seguridad pública con la misión de enfrentar estas estructuras criminales. “Digo alto y claro que esa determinación nos ha dado resultados muy satisfactorios”, subrayó.

El exmandatario concluyó que República Dominicana no se ha cruzado de brazos y que la lucha contra el crimen organizado seguirá siendo una prioridad nacional, ya que este “huracán social” afecta no solo al país, sino también a comunidades enteras, incluyendo poblaciones originarias y afrodescendientes en la región.