El presidente de la República Dominicana reafirmó que el espacio aéreo entre República Dominicana y Haití permanecerá cerrado debido a la creciente inseguridad en el país vecino. La medida responde a la situación crítica de violencia en Haití, agravada por las actividades de pandillas que controlan gran parte del territorio, según explicó el mandatario, subrayando que no es prudente reabrir las rutas aéreas en este contexto.
“Las pandillas en Haití han demostrado ser capaces de adaptarse y contrarrestar los esfuerzos de la fuerza multinacional desplegada para restaurar el orden”, expresó el presidente, en referencia a los recientes reportes sobre ataques a las fuerzas de paz kenianas. Según informes, dos agentes kenianos recibieron tratamiento médico en Santo Domingo tras un ataque en Haití, y otros oficiales han enfrentado emboscadas y tácticas de guerrilla que buscan neutralizar las patrullas y vehículos blindados de las autoridades haitianas.
El mandatario agregó que las pandillas han perfeccionado métodos para sabotear el equipo blindado de la policía haitiana, como el uso de zanjas en las que los vehículos quedan atrapados, facilitando así el ataque a los oficiales. Incluso se han reportado ataques aéreos por parte de las pandillas, incluyendo disparos contra un helicóptero de la ONU.
“Es un problema serio para Haití, y la comunidad internacional tiene que actuar, pero no cuenten con nosotros para abrir el espacio aéreo en este momento”, sostuvo el presidente, criticando los esfuerzos internacionales y destacando la necesidad de una fuerza más comprometida para enfrentar a estos grupos criminales.
La declaración del presidente llega en medio de tensiones diplomáticas entre República Dominicana y Haití, exacerbadas por la decisión dominicana de intensificar las deportaciones de haitianos en situación irregular. “La República Dominicana seguirá ejerciendo su derecho soberano, y esta postura no es negociable”, concluyó el presidente.