El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó a periodistas que viajaban con él en el Air Force One que sostuvo una llamada telefónica con el gobernante venezolano Nicolás Maduro. Sin embargo, evitó ofrecer detalles sobre el contenido de la conversación, que ha generado múltiples especulaciones sobre la postura de Washington frente a la crisis política en Venezuela.

De acuerdo con un reporte de The Wall Street Journal, durante el intercambio Trump habría dado un ultimátum a Maduro: abandonar voluntariamente la Presidencia o enfrentar la posibilidad del uso de la fuerza por parte de Estados Unidos. Aunque esta versión no ha sido confirmada por la Casa Blanca, refleja el tono de presión que Washington ha mantenido en los últimos años contra el régimen venezolano.

El diario estadounidense también aseguró que ambos líderes discutieron una posible amnistía general para Maduro, sus altos funcionarios y sus familiares. Otro medio, The New York Times, informó que en la llamada se barajó incluso la posibilidad de una futura reunión entre ambos mandatarios, sin planes concretos establecidos.

La conversación ocurre en un contexto de creciente presión militar de Estados Unidos hacia Venezuela. Trump ordenó el cierre del espacio aéreo venezolano para aeronaves estadounidenses, una medida que intensificó las conjeturas sobre un eventual ataque en territorio venezolano. Sin embargo, el senador republicano McCain Mullin aseguró que Washington no prevé una intervención militar directa.

En paralelo, el Comité de Servicios Armados del Congreso estadounidense investigará presuntas operaciones contra embarcaciones vinculadas al narcotráfico en el Pacífico y el Caribe, que han dejado al menos 80 fallecidos. Según The Washington Post, el Secretario de Guerra habría autorizado un segundo ataque para eliminar a los sobrevivientes de una lancha frente a las costas venezolanas, lo que terminó con la ejecución de dos personas. Esa acción ha generado controversia sobre la legalidad de dichas operaciones.

Pese a las críticas internacionales, el profesor Eduardo Gamarra señaló que dentro de Estados Unidos no ha surgido aún un cuestionamiento significativo a la estrategia militar aplicada en el Caribe y la región suramericana, lo que mantiene abierta la discusión sobre el alcance del papel estadounidense en la crisis venezolana.