Florida, EE. UU. – Las autoridades federales trasladaron a Florida a Harinder Saint, un conductor de 28 años acusado de provocar un accidente masivo que dejó tres personas fallecidas. Saint, ciudadano de origen indio, había huido de California tras el incidente y fue arrestado por los alguaciles federales en ese estado.

Según el Departamento de Seguridad Vial de Florida, Saint posee licencia de conducir comercial en California y otro estado, lo que vincula su capacidad para operar vehículos pesados con el accidente ocurrido en una carretera del sur de Florida. Tras su arresto, fue trasladado al estado donde ocurrieron los hechos para enfrentar los cargos correspondientes.

El accidente ha generado alerta en las autoridades de transporte y seguridad vial, motivando además medidas temporales como la suspensión de visas de trabajo para conductores comerciales en Estados Unidos, anunciada recientemente por la administración federal. Las investigaciones continúan para determinar las causas exactas del siniestro y establecer responsabilidades legales.

Fuentes judiciales informaron que Saint podría enfrentar cargos por homicidio involuntario, conducción temeraria y abandono del lugar del accidente, mientras se evalúa su historial de manejo y posibles negligencias previas. La familia de las víctimas ha pedido justicia y un proceso estricto que asegure que el acusado responda por sus actos.

Las autoridades locales y federales trabajan de manera conjunta para reforzar la seguridad vial en las rutas comerciales y prevenir accidentes similares, revisando permisos, licencias y las condiciones de los conductores que operan camiones de carga pesada.

Expertos en transporte advirtieron que incidentes como este resaltan la necesidad de controles más estrictos sobre conductores extranjeros y programas de seguridad más rigurosos, para proteger tanto a los usuarios de las carreteras como a las comunidades cercanas a rutas de alto tránsito.

El caso de Harinder Saint ha provocado un debate sobre la regulación de conductores comerciales extranjeros y la necesidad de reforzar la seguridad en las carreteras estadounidenses, mientras familiares y autoridades esperan que la justicia actúe con firmeza para evitar que tragedias similares se repitan.