El presidente del Consejo Presidencial de Transición de Haití, Lauren Sair, lanzó un urgente llamado a la comunidad internacional durante su intervención ante la Asamblea General de las Naciones Unidas. Sair advirtió que Haití se encuentra inmerso en una guerra devastada por la violencia de pandillas, que ha cobrado la vida de miles de ciudadanos y ha generado un colapso social sin precedentes.

Según el mandatario, más de un millón de personas han sido desplazadas internamente, mientras que barrios enteros han sido destruidos. “La violencia diaria ha convertido la vida en un infierno; miles de jóvenes viven en la desesperación y mujeres y niñas sufren violaciones con secuelas físicas y psicológicas permanentes”, denunció Sair.

El presidente haitiano solicitó apoyo urgente en seguridad, asistencia humanitaria y medidas de protección para la población más vulnerable, alertando que la situación podría desbordar la capacidad del Estado si no se actúa de inmediato.

Sair enfatizó que la crisis no solo es humanitaria, sino también política y económica, con un país paralizado por la inseguridad, la falta de servicios básicos y la corrupción. “Sin un respaldo internacional coordinado, no podremos restaurar el orden ni garantizar la vida de nuestros ciudadanos”, aseguró.

El líder haitiano pidió a las naciones miembros de la ONU un aumento en la presencia de fuerzas de seguridad y asistencia técnica, así como programas de ayuda para jóvenes y mujeres, quienes son los más afectados por la violencia de pandillas. Señaló que la protección de los derechos humanos debe ser una prioridad inmediata.

Además, Sair hizo un llamado a organismos internacionales y ONG para impulsar proyectos de desarrollo y recuperación, destacando que Haití necesita inversión en educación, salud y empleo para evitar que la violencia siga alimentando la desesperanza de las nuevas generaciones.

Finalmente, el presidente del Consejo Presidencial advirtió que el tiempo se agota: “Si no actuamos ahora, la tragedia haitiana seguirá creciendo y se convertirá en un desastre de consecuencias regionales”, concluyó, pidiendo solidaridad y cooperación internacional sin demoras.