Haití es el país más pobre de la región y uno de los más pobres del hemisferio. Esto influye en que cualquier fenómeno natural que ocurra va a provocar desastres inimaginables. Su condición de pobreza no les permite tener infraestructuras sólidas y antisísmicas.

Pero siempre que ocurre algún hecho fatal en el vecino país muchas personas lo atribuyen como un castigo divino por creer en el Vudú. Es como si hubiera una guerra de dioses enfrentados en donde el dios de una religión castiga a los que no creen en él acción justificada por el libro sagrado.