El primer ministro interino de Haití, Alix Didier Fils-Aimé, viajó a Estados Unidos para solicitar asistencia en la lucha contra las pandillas que dominan la capital, Puerto Príncipe. Durante su visita, se reunió con funcionarios estadounidenses para intercambiar puntos de vista sobre la situación de violencia que azota a la nación antillana, donde actualmente los pandilleros controlan el 90% de la ciudad.
Esta crisis ha llevado al gobierno haitiano a intensificar las operaciones contra las bandas armadas. En marzo de 2025, Fils-Aimé anunció operativos a gran escala en la zona de Bas-Delmas, bastión del líder de la coalición de bandas más poderosa, Jimmy Chérizier, alias “Barbecue”. El mandatario informó que varias personas fueron detenidas y otras abatidas en estos enfrentamientos .
La situación ha provocado el desplazamiento de miles de personas y la interrupción de servicios básicos. La ONU ha advertido sobre el colapso total de la presencia del Estado en la capital si no se toman medidas urgentes.
Haití espera que la colaboración internacional, especialmente de Estados Unidos, sea clave para restaurar la seguridad y el orden en la capital y en el país en general.
Además de solicitar apoyo directo, el primer ministro Alix Didier enfatizó la necesidad de recibir “orientación estratégica” para fortalecer las capacidades de las fuerzas de seguridad haitianas y mejorar la coordinación regional contra el crimen organizado. Señaló que sin un respaldo internacional sólido, las autoridades locales enfrentarán grandes dificultades para recuperar el control de las zonas tomadas por las pandillas.
En su visita a Washington, Didier también discutió temas relacionados con la estabilidad política y económica del país, buscando generar alianzas que contribuyan a la reconstrucción social tras años de crisis. Expresó que la violencia ha profundizado la pobreza y la inseguridad, afectando gravemente la calidad de vida de los haitianos.
Por último, el primer ministro reiteró el compromiso de su gobierno de trabajar con la comunidad internacional para restablecer el orden y garantizar que la capital vuelva a ser un lugar seguro para sus habitantes. Sin embargo, advirtió que el éxito de estas iniciativas dependerá en gran medida del apoyo y la colaboración efectiva entre Haití y sus socios internacionales.