En su entrevista para el programa “Matinal”, el senador Antonio Marte, se mostró sin tapujos al hablar de la situación política y social de la República Dominicana.

Con un tono de crítica directa, abordó temas espinosos como la corrupción y la ineficiencia de algunas instituciones gubernamentales. Sus comentarios no se limitaron a señalar los problemas, sino que también incluyeron una advertencia contundente que resonó en el debate.

La frase más impactante de su intervención fue una que dirigió a aquellos involucrados en actos de corrupción: “Que le pidan a Dios que yo no llegue a presidente un día, lo limpio o me limpian”. Esta declaración, que combinó una amenaza con una promesa, dejó clara su postura radical frente a las prácticas deshonestas en el gobierno. Marte se presentó a sí mismo como un potencial agente de cambio dispuesto a tomar medidas extremas para sanear el sistema.

El contexto de la advertencia de Antonio Marte se enmarcó en un debate más amplio sobre los problemas que afectan a la ciudadanía, como los apagones eléctricos y la inseguridad. El senador criticó la falta de rendición de cuentas de entidades como la Dirección General de Aduanas (DGA) y el Intrant, señalando la desconexión entre el gobierno y las necesidades reales de la población. Su visión del futuro político del país se basó en una postura de firmeza y mano dura.

Finalmente, la declaración de Marte sirve como un reflejo de la frustración de una parte de la sociedad dominicana ante la percepción de que la corrupción sigue impune. Su lenguaje crudo y directo buscó conectar con el descontento popular, posicionándose como un líder que no teme confrontar a los poderes establecidos. Su mensaje es claro: si se le da la oportunidad, su prioridad será la “limpieza” del Estado, cueste lo que cueste.