El CEO de Apple entrega una pieza de cristal fabricado en EE. UU. para conmemorar acuerdo que salvó a la empresa de guerra arancelaria
Washington, D.C. – El CEO de Apple, Tim Cook, visitó la Casa Blanca para entregar al expresidente Donald Trump una placa conmemorativa muy particular: una pieza de cristal fabricado en la planta de Corning, Kentucky, con base de oro de 24 quilates extraído en Utah. Más allá del lujoso gesto, el presente simboliza el cierre de un periodo de alta tensión comercial entre la tecnológica y la administración Trump.
Cook llegó con una gran caja blanca decorada con el logo de Apple. Dentro, la placa de cristal —que será el mismo material usado próximamente en todas las pantallas de iPhone y Apple Watch— llevaba grabada la historia del acuerdo que permitió a Apple sortear la amenaza de aranceles multimillonarios a productos ensamblados fuera de Estados Unidos.
El conflicto tuvo su origen en las políticas de Trump, quien presionó a las grandes empresas tecnológicas para que trasladaran su producción a suelo estadounidense. Ante la posibilidad de enfrentar aranceles, Apple negoció una salida: una inversión masiva en fabricación nacional. El resultado fue un anuncio histórico: Apple destinará 600 mil millones de dólares a operaciones dentro de EE. UU., incluyendo que todo el cristal de sus dispositivos sea producido en la planta de Corning, en Kentucky.
El regalo de Cook no fue casual. La placa fue diseñada por un ex cabo de la Marina que ahora trabaja en Apple, y tanto el cristal como la caja que lo contiene fueron elaborados completamente en Estados Unidos. La base de la placa, hecha de oro de 24 quilates, subraya el carácter simbólico y valioso del acuerdo logrado.
Aunque el gesto pueda parecer ceremonial, representa el punto final de una amenaza que pudo haber costado miles de millones a la compañía y que ahora se convierte en una oportunidad de expansión dentro del mercado estadounidense.