Un joven que se desplazaba a alta velocidad en una motocicleta cayó herido al pavimento luego de que agentes de la Dirección Central de Investigación (DICRIM) de la Policía Nacional dispararan contra el motor en medio de una persecución. Hasta el momento se desconoce si la víctima falleció a consecuencia de las heridas.

Un video difundido en redes sociales muestra el momento exacto en que el motorista impacta contra el suelo, mientras se escucha la voz de un hombre desde el interior de un camión narrando la escena: “Viene un tipo ahí, lo tienen encañonado, le van a tirar, le tiraron un tiro y lo mataron”. Sin embargo, en la grabación no se alcanza a escuchar el disparo.

Las circunstancias del hecho todavía no han sido esclarecidas por las autoridades, y la identidad del motociclista tampoco ha sido revelada. Versiones extraoficiales apuntan a que era perseguido por supuestos actos delictivos, aunque esta información no ha sido confirmada.

La Policía Nacional informó que se abrió una investigación interna para determinar los detalles del incidente y se comprometió a ofrecer un informe oficial en las próximas horas. Mientras tanto, la comunidad de Azua permanece en expectativa ante lo ocurrido y exige explicaciones claras sobre el caso.

Este tipo de hechos genera un fuerte debate en la sociedad, ya que si bien la labor de la Policía es enfrentar la delincuencia y garantizar la seguridad ciudadana, el uso de la fuerza letal debe aplicarse únicamente como último recurso y bajo estrictos protocolos.

Disparar en plena vía pública contra un motociclista, sin ofrecer primero, información clara sobre el nivel de amenaza que representaba, pone en duda si la acción fue proporcional y necesaria. De confirmarse que el joven no estaba armado o no representaba un peligro inmediato para terceros, la actuación policial podría considerarse un uso excesivo de la fuerza, lo que resalta la urgencia de mayor capacitación y control en los cuerpos de seguridad.