El sociólogo Cándido Mercedes aseguró que los partidos de oposición en la República Dominicana mantienen un discurso “ácido, vacío y destructivo”, orientado a instalar la percepción de que “nada sirve y todo está dañado”, con el objetivo —según afirmó— de arrastrar al país hacia esquemas del pasado. Durante su participación en el programa Acento TV, bajo el título “Oposición con discurso vacío y el PRM dejó solo a Abinader en 2025”, Mercedes definió esta práctica como la “sociología del deterioro”, una narrativa que, a su juicio, se apoya más en emociones negativas que en hechos verificables.

El analista sostuvo que ese relato choca con indicadores internacionales que reflejan mejoras en áreas clave. Citó datos de la FAO que sitúan el hambre en 3.5 %, así como la reducción de la tasa de homicidios a 8.3 %, muy por debajo del promedio latinoamericano de 19 %. También destacó avances en la desigualdad social, señalando que el índice de Gini pasó de 0.486 a 0.380, y aseguró que la percepción de robos y atracos va en descenso, pese a que —según dijo— la oposición intenta instalar una sensación contraria desde las redes sociales.

En cuanto a la administración pública, Mercedes rechazó la idea de una “crisis de gerencia” y elogió la labor de varios funcionarios, a quienes calificó entre los mejores de los últimos años. Mencionó de manera particular al Ministerio de Salud Pública, al Ministerio de Relaciones Exteriores, a Viviana Riveiro en ProDominicana y a Peter Prazmowski en el Consejo Nacional de Competitividad, resaltando su formación técnica y capacidad de gestión frente a las críticas opositoras.

Sobre la corrupción, reconoció que continúa siendo un problema estructural y cultural, aunque indicó que los índices de percepción han mejorado desde 2020. No obstante, advirtió que persiste una alta tolerancia social a estas prácticas, citando estudios que reflejan que una mayoría de ciudadanos justifica la corrupción si obtiene beneficios personales. En ese contexto, recordó casos emblemáticos como Sun Land y Odebrecht, como ejemplos de debilidad institucional.

Mercedes también analizó el sistema de partidos, señalando que el clientelismo y las maquinarias electorales dificultan el surgimiento de terceras fuerzas políticas. Criticó el financiamiento público permanente a los partidos sin controles efectivos y alertó sobre la “captura del Estado” por intereses económicos. Finalmente, recomendó reformar la Ley de Partidos y el Régimen Electoral, transparentar el uso del dinero en política y desmontar el monopolio financiero para que las ideas puedan competir en igualdad de condiciones de cara al 2026.