Las investigaciones preliminares del Ministerio Público sobre el caso SeNaSa revelan que el exdirector de esa entidad, Santiago Hazim (Jasín), habría recibido sobornos que superan los RD$1,165 millones para garantizar la continuidad de los contratos otorgados a la empresa Nutrimet (Nutri-Med) dentro del programa Adulto Mayor.

De acuerdo con la solicitud de medidas de coerción depositada contra Hazim y otras nueve personas, la presunta estructura criminal operó dentro de SeNaSa desde agosto de 2020, logrando un esquema sistemático de cobros ilegales a cambio de mantener los millonarios contratos de suplencia nutricional. El Ministerio Público calificó el expediente como “uno de los casos más grandes, siniestros y crueles” investigados hasta la fecha, debido a que compromete la salud de más de 8 millones de dominicanos, especialmente la población más vulnerable.

Según el órgano acusador, la empresa representada por la imputada Cintia Acosta habría entregado al empresario José Pablo Ortiz Giraldes, persona de confianza de Hazim, un total de RD$529 millones en efectivo y mediante contratos ficticios con compañías creadas para simular servicios. El 90% de esos fondos llegaba directamente a Hazim en dólares, entregados en restaurantes, vehículos, apartamentos rentados en Airbnb e incluso en plena vía pública.

El mecanismo cambió cuando Ortiz Giraldes fue investigado por el caso Calamar. A partir de ese momento, el consultor jurídico de SeNaSa, Germán Rafael Robles, asumió el rol de recolectar el 30% de los sobornos para mantener los contratos con Nutrimet. Esta modificación permitió recaudar otros RD$536 millones en efectivo entre 2022 y 2023, según la acusación.

El expediente también detalla que Hazim habría empezado a recibir beneficios antes de su designación oficial, incluyendo vehículos de alta gama entregados por empresarios que posteriormente resultaron favorecidos con contratos de la institución.

El Ministerio Público aseguró que su propósito es que todos los implicados respondan ante la justicia: “Esperamos que cada una de las personas que participó en este entramado se siente en el banquillo de los acusados.