Santo Domingo.– El gobierno ruso sorprendió este miércoles al admitir que Estados Unidos, bajo el liderazgo del presidente Donald Trump, es el único país occidental que muestra disposición real para abordar las causas profundas de la guerra entre Rusia y Ucrania. Así lo afirmó el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, durante una intervención ante el parlamento ruso, donde destacó la “creciente impaciencia” de Washington por avanzar hacia un acuerdo de paz.
Lavrov señaló que Trump es el único líder occidental que “entiende las raíces de la crisis en Ucrania” y que reconoce la necesidad de tratar de frente los factores históricos, políticos y étnicos que han alimentado el conflicto desde 2014. Según el canciller, el mandatario estadounidense ha mostrado interés particular en garantizar los derechos de las minorías en territorio ucraniano, uno de los puntos que Moscú asegura haber denunciado repetidamente sin recibir respuesta de Europa.
El funcionario ruso también afirmó que la situación “está llegando a su clímax” y que cualquier avance significativo dependerá de la disposición de Estados Unidos para presionar a Kiev hacia un diálogo que incluya temas considerados “intocables” por otros países occidentales. Lavrov concluyó destacando que Rusia está lista para continuar las conversaciones si existe un enfoque “realista” por parte de Washington.
Lavrov insistió en que la paz solo será posible si se reconocen las preocupaciones de seguridad de todas las partes, incluyendo las de Rusia, y acusó a varios gobiernos europeos de limitarse a “discursos vacíos” sin intención de resolver el conflicto. Aseguró que, a diferencia de estos, la administración Trump ha demostrado interés en entender el trasfondo geopolítico y social que alimenta la tensión en la región.
El canciller agregó que Moscú observa con cautela esta aparente apertura estadounidense, pero considera que, si se mantiene, podría crear un escenario favorable para avanzar hacia negociaciones sustantivas. Sin embargo, advirtió que cualquier proceso deberá incluir garantías claras sobre la protección de comunidades vulnerables en Ucrania y una revisión profunda del rol de la OTAN en Europa del Este, puntos que Rusia considera esenciales para alcanzar una paz duradera.