Las autoridades mexicanas recuperaron este viernes 23 cuerpos sin identificar que habían sido arrojados a una fosa común del Panteón Civil de Dolores, el cementerio más grande de la Ciudad de México. El hallazgo ocurrió durante un operativo de búsqueda de personas desaparecidas que llevaba ya ocho jornadas de trabajo continuo, según informó la Fiscalía General de Justicia de la capital.
De acuerdo con la Fiscalía, los cuerpos fueron localizados en la fosa número 26, donde especialistas en arqueología, antropología física y criminalística realizaron una excavación progresiva. Tras alcanzar los dos metros de profundidad, se encontraron restos humanos que podrían provenir de hospitales, así como fragmentos y microfragmentos óseos distribuidos en el lugar.
Las autoridades precisaron que, como parte del protocolo, los cuerpos recuperados fueron resguardados y trasladados al Instituto de Servicios Periciales y Ciencias Forenses, del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México. En esta institución se llevarán a cabo análisis genéticos, documentales y de archivo destinados a la construcción de hipótesis de identificación.
El Ministerio Público capitalino destacó que el objetivo principal es lograr la entrega digna de los restos a sus familiares, una vez concluida la identificación. Para ello, se aplicarán métodos científicos que permitan determinar el origen y la identidad de los cuerpos, muchos de los cuales podrían estar relacionados con reportes previos de desaparición.
En el operativo participaron equipos especializados de la Fiscalía capitalina, junto a miembros de la Secretaría de Gobierno, la Comisión de Búsqueda de Personas y el Instituto de Servicios Periciales y Ciencias Forenses. Las autoridades reafirmaron su compromiso de continuar estas labores hasta agotar todas las líneas de investigación relacionadas con personas desaparecidas en la capital mexicana.