Roma, Italia. — El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, llegó este lunes a Italia en una parada decisiva de su nueva gira diplomática por Europa, en un momento marcado por tensiones políticas, presiones internacionales y un estancado acuerdo de paz que la Unión Europea intenta destrabar antes de finalizar el año.
La visita se produce tras sus encuentros en Londres y Bruselas, y combina un componente político con uno fuertemente simbólico: por la mañana, Zelenski se reunió con el papa León XIV en Castel Gandolfo, donde abordaron la situación humanitaria y las perspectivas de negociación; y por la tarde sostuvo una conversación estratégica con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, en el Palacio Chigi.
Durante el encuentro, líderes europeos señalaron que trabajan en el “ajuste fino” de una propuesta legal y técnica que permita alcanzar el apoyo de una mayoría cualificada de los Estados miembros, un requisito clave para avanzar hacia un marco común de negociación. Según destacaron, la Comisión Europea “está haciendo un muy buen trabajo” en coordinación con los gobiernos nacionales y se espera una decisión definitiva el próximo 18 de diciembre.
Europa como frente de presión: entre Washington y Moscú
La escala en Roma corona dos días de reuniones intensas. En Londres, Zelenski se reunió con el primer ministro británico Keir Starmer; el presidente francés Emmanuel Macron; y el canciller alemán Friedrich Merz, todos parte del grupo “Willing”, alineado con mantener apoyo militar constante a Kiev. Allí discutieron el escenario bélico en el frente oriental y la ruptura del equilibrio estratégico por la presión política del presidente estadounidense Donald Trump, quien exige acelerar un acuerdo que reduzca el gasto militar de Estados Unidos en la región.
Posteriormente, en Bruselas, el presidente ucraniano conversó con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte; la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; y el presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, para evaluar el estado de las conversaciones de paz, cada vez más influenciadas por las diferencias internas entre países europeos sobre el tipo de concesiones admisibles.
Roma como punto de equilibrio
La presencia de Zelenski en Italia intenta reforzar el consenso europeo de cara a la cita del 18 de diciembre, donde la UE deberá decidir si adopta una fórmula común frente a Ucrania y Rusia. Para el mandatario ucraniano, el respaldo italiano y el peso moral del Vaticano funcionan como contrapeso en un tablero diplomático cada vez más fragmentado.
De acuerdo con el entorno de Meloni, Italia mantiene su compromiso con la integridad territorial de Ucrania y busca contribuir a una solución “sostenible, legal y técnicamente viable”.
La visita se desarrolló en medio de un episodio particular: autoridades locales reportaron la presencia de “drones no identificados” en Roma durante la llegada de Zelenski, aunque no se ha informado de riesgos concretos.
Con posiciones divididas y presiones que vienen tanto de Washington como de Moscú, Europa acelera para definir un marco común que permita mantener influencia en el proceso de paz, mientras Zelenski busca asegurar que la negociación no avance sin Ucrania al centro de las decisiones.