La líder opositora venezolana y Premio Nobel de la Paz 2025, María Corina Machado, afirmó este jueves en Oslo que mantiene una colaboración cercana con el Gobierno de Estados Unidos para explicar el plan de transición democrática en Venezuela, pero negó cualquier participación en operaciones o decisiones de seguridad nacional llevadas a cabo por la Administración de Donald Trump en el Caribe.
Machado sostuvo que cada país “tiene derecho a su legítima defensa” y que sus acciones se desarrollan sin injerencia de la oposición venezolana. “No estamos involucrados en absoluto en las decisiones u operaciones de otros gobiernos. Nosotros vamos hasta el final, sin especular sobre estrategias ajenas”, dijo durante una rueda de prensa tras recibir el Premio Nobel de la Paz, galardón al que no pudo asistir por la crisis en su país.
La dirigente destacó que las recientes acciones de Washington han sido “decisivas” para debilitar al régimen venezolano como “nunca antes”, aunque insistió en que su trabajo se limita a presentar el plan opositor. Añadió que la oposición mantiene conversaciones con gobiernos de América Latina y Europa para explicar su hoja de ruta para las “primeras 100 horas y los siguientes 100 días” de un eventual gobierno de transición.
Machado recordó que Venezuela enfrenta una “crisis multidimensional” que abarca lo humanitario, financiero, la seguridad y los servicios básicos. Aseguró que el presidente electo por la oposición, Edmundo González, cuenta con equipos preparados para asumir el control del país desde el primer día.
Asimismo, Machado reiteró que la comunidad internacional juega un rol clave en garantizar que cualquier transición se produzca de manera ordenada y sin represalias contra la población. Señaló que su equipo mantiene “canales abiertos y permanentes” con aliados estratégicos para asegurar que el proceso avance con el mayor respaldo posible y que se respete la voluntad de los venezolanos.
La Nobel de la Paz insistió en que la prioridad es “restablecer la institucionalidad y la confianza” en un país golpeado por años de colapso político y económico. “Estamos listos para reconstruir Venezuela desde el primer día, pero también conscientes de que será un camino complejo”, afirmó, reafirmando que la oposición no se detendrá hasta lograr una transición pacífica y duradera.
