La divulgación de los archivos del fallecido financista Jeffrey Epstein por parte del Departamento de Justicia de Estados Unidos, lejos de apaciguar las tensiones, ha reavivado la controversia política y social en torno a uno de los casos más sensibles de los últimos años.

El viernes, la entidad publicó más de 12,000 documentos relacionados con el caso, entre los que figuraban imágenes de mujeres desnudas, fotografías personales de Epstein y un cajón con fotos impresas del expresidente Donald Trump acompañado de mujeres en traje de baño. Sin embargo, poco después, parte del material fue retirado del sitio web oficial tras solicitudes formales de presuntas víctimas y de sus abogados.

Según explicó el vicefiscal general Todd Blanche, la decisión respondió a una orden judicial que establece que las sobrevivientes deben ser escuchadas antes de que cualquier contenido sensible sea divulgado públicamente. La retirada inmediata de los archivos provocó duras críticas por parte de legisladores demócratas, quienes acusaron a la administración Trump de intentar ocultar información comprometedora.

Ante la presión, el Departamento de Justicia volvió a publicar los documentos el domingo, asegurando que se realizaron solo “redacciones mínimas”. No obstante, aclaró que las fotografías continúan bajo revisión para proteger la identidad y la dignidad de las víctimas y de sus familiares.

La reacción en el Congreso no se hizo esperar. Los legisladores Ro Khanna, del Partido Demócrata, y Thomas Massie, del Partido Republicano, calificaron la publicación parcial como decepcionante y anunciaron que impulsarán medidas de “desprecio inherente” contra la fiscal general Pam Bondi.

En defensa de la actuación de su despacho, Bondi sostuvo que la retirada temporal fue necesaria para cumplir con las órdenes judiciales vigentes y reiteró que el Departamento de Justicia presentará cargos contra cualquier persona implicada en redes de trata de personas. Reconoció, sin embargo, que el proceso podría avanzar con lentitud debido a las revisiones legales y a la protección de las víctimas, un factor que mantiene viva la polémica en torno al caso Epstein.