Santo Domingo.– El economista Jaime Aristy Escuder advirtió que el reciente repunte inflacionario está poniendo mayor presión sobre las decisiones de política monetaria del Banco Central, que enfrenta un escenario “más complejo de lo que aparenta” de cara a su reunión de diciembre.

Durante su comentario en Enfoque Final, Aristy Escuder explicó que, según los datos oficiales, la inflación mensual de noviembre fue de 0.71%, llevando la interanual a 4.81%, la más alta desde abril de 2023. “El comportamiento de los precios en los últimos cinco meses es aún más preocupante si se anualiza: la inflación estaría rondando el 6.65%, por encima del rango meta de 3 a 5%”, indicó.

El economista también detalló que la inflación subyacente —la que refleja presiones internas y está más vinculada a la política monetaria— alcanzó un 4.74% interanual, y al anualizar los últimos cinco meses llega a 5.03%, justo por encima del límite superior de la meta oficial.

Aristy Escuder consideró que, con este panorama, el Banco Central debería mantener sin cambios la tasa de política monetaria en su reunión de diciembre. Advirtió que un recorte de 25 puntos básicos, siguiendo los pasos recientes de la Reserva Federal, enviaría “una señal de inconsistencia”, ya que probablemente en enero la autoridad monetaria tendría que revertir la decisión incrementando nuevamente la tasa de referencia o elevando los rendimientos de sus instrumentos para absorber el exceso de liquidez.

Además, señaló que el exceso de liquidez en el sistema financiero sigue presionando la capacidad del Banco Central para mantener la estabilidad de precios. Explicó que, si no se actúa con prudencia, esa liquidez podría seguir alimentando el aumento de los precios en los próximos meses, complicando aún más la meta de mantener la inflación dentro del rango establecido. “El mercado está muy sensible y cualquier señal equivocada podría generar movimientos innecesarios”, apuntó.

Aristy Escuder también recordó que el comportamiento reciente del Índice de Precios al Consumidor debe ser evaluado junto a factores externos como los costos del petróleo, los fletes y los insumos importados, que han mostrado variaciones importantes. Sin embargo, sostuvo que el principal desafío sigue siendo interno: “El Banco Central está ante una decisión clave. Cualquier relajación prematura puede tener un costo más alto después”, enfatizó.