Oslo, Noruega. – En una ceremonia cargada de emoción y simbolismo, Ana Corina Sosa Machado, hija de la líder opositora venezolana María Corina Machado, recibió este martes el Premio Nobel de la Paz en representación de su madre, quien no pudo asistir por motivos de seguridad.

El auditorio en Oslo guardó silencio cuando Ana Corina subió al podio para pronunciar un discurso que rápidamente se convirtió en un momento histórico. “Estoy aquí en nombre de mi madre, María Corina Machado, quien ha unido a millones de venezolanos en un esfuerzo extraordinario que ustedes han honrado con el Premio Nobel de la Paz”, expresó con voz firme. Añadió además que, pese a su ausencia en la ceremonia, su madre “nunca rompe una promesa”, y anunció que en pocas horas espera poder reencontrarse con ella en Oslo.

Minutos después, los organizadores del Nobel confirmaron que María Corina Machado ya se encuentra fuera de Venezuela, tras lo que describieron como una compleja y riesgosa operación para lograr su salida del país. En un mensaje compartido por la comisión, Machado agradeció el reconocimiento y destacó el sacrificio “del pueblo venezolano y de quienes arriesgaron su vida” para hacer posible su travesía.

La ceremonia contó con la presencia de mandatarios y delegaciones internacionales, quienes reconocieron la lucha pacífica de Machado y su impacto en la búsqueda de libertad y democracia en Venezuela. El anuncio del premio y la participación de su hija han generado una fuerte oleada de apoyo dentro y fuera del país, mientras el mundo aguarda el esperado reencuentro en Oslo.

La intervención de Ana Corina Sosa Machado también puso en evidencia el rol de la juventud venezolana en la defensa de la democracia. Su mensaje, cargado de gratitud y esperanza, fue recibido con aplausos prolongados por parte de los asistentes, quienes destacaron la fortaleza de una generación que ha debido enfrentar exilio, persecución y separación familiar. Analistas internacionales consideran que este gesto envía una señal poderosa sobre la continuidad del movimiento que encabeza Machado.

Mientras tanto, en Venezuela, opositores y ciudadanos celebraron a distancia el reconocimiento, describiéndolo como una reivindicación moral tras años de represión. Diversos líderes sociales aseguraron que el Nobel otorgado a Machado representa no solo un homenaje a su liderazgo, sino también un reconocimiento a la lucha colectiva del pueblo venezolano por recuperar la institucionalidad democrática. El esperado reencuentro entre madre e hija en Oslo podría convertirse en un nuevo capítulo simbólico para la oposición venezolana.