El Poder Ejecutivo entregó al Senado de la República el proyecto de reforma de la Ley Orgánica de la Policía Nacional, una iniciativa que retoma un proceso iniciado desde 2001 y que ahora avanza formalmente hacia el Congreso. El consultor jurídico del Poder Ejecutivo, Antoliano Peralta, hizo la entrega oficial al presidente del Senado, Ricardo de los Santos, acompañado de representantes de la comisión evaluadora, entre ellos Muquien San y Villeya Viuda Paliza.
El comentarista del programa Hoy Mismo destacó que el proyecto fue elaborado por una comisión de amplia representación, encabezada por Sergio Tulio Castaños Guzmán, vicepresidente ejecutivo de FINJUS. El trabajo incluyó delegados de la propia Policía Nacional, el Ministerio Público, el Ministerio de Interior y Policía, así como empresarios y miembros de la sociedad civil. La propuesta también fue socializada antes de su envío al Congreso.
Uno de los puntos más debatidos es el futuro del Departamento de Asuntos Internos, estructura encargada de investigar violaciones dentro de la institución policial. La nueva versión del proyecto establece que esta dependencia pasará al control directo del Ministerio de Interior y Policía y operará físicamente en esa entidad, dejando atrás su histórica ubicación dentro del Palacio de la Policía. Este cambio ha generado inquietudes entre oficiales retirados y activos, quienes consideran crucial mantener el equilibrio institucional.
El análisis presentado en Hoy Mismo recordó que la plana mayor de la Policía y su director general participaron en la construcción del proyecto, por lo que se presume que las necesidades y preocupaciones internas están reflejadas. Además, se explicó que el traslado de Asuntos Internos fue discutido y conocido por el director policial, por lo que no constituye una sorpresa para la institución.
El comentarista subrayó la importancia de un debate amplio en el Congreso, tomando en cuenta que la Policía es la institución estatal con mayor contacto directo con la población. Recordó que su labor implica asistir, proteger y preservar la vida y los bienes de los ciudadanos, por lo que su comportamiento, disciplina y límites en el uso de la fuerza son de vital interés público.
Se estima que esta reforma, a diferencia de intentos anteriores, llega con una construcción más inclusiva y con la visión de quienes mejor conocen las necesidades internas de la Policía Nacional.
