La comunicadora Diulka Pérez lanzó un contundente descargo en el programa de la Z Digital luego de que circulara en redes sociales una fotografía suya junto a otras personas, imagen que —según denunció— fue utilizada para intentar vincularla a individuos y entornos con los que asegura no tener relación alguna. Pérez afirmó que la imagen le fue enviada por su compañero José Luis, quien le mostró la publicación realizada por una mujer a la que calificó como “una señora del inframundo que anda buscando su Navidad”.

La comentarista fue enfática en rechazar cualquier intento de asociarla con personas o ambientes ajenos a su vida profesional y personal. “No pertenezco a ese submundo. No me mencionen, no me cojan en su boca”, expresó visiblemente molesta, al asegurar que no tiene necesidad de defenderse porque no forma parte de ese círculo social. Descartó, además, la posibilidad de emprender acciones legales, argumentando que quienes no pertenecen a su mundo “no merecen su atención”.

Durante su intervención, Pérez marcó claramente la distancia con el grupo al que responsabiliza de la difusión de la imagen. “Yo sí me creo la gran cosa”, dijo, enfatizando que su entorno está compuesto por “gente decente, gente que lee, gente intelectual” y no personas dedicadas a difamar o crear conflictos en redes sociales. De manera directa, sentenció: “Yo no me junto con chopos, yo no pertenezco a su mundo”.

Asimismo, advirtió a quienes intenten usar su imagen para presuntos chantajes que no perderá tiempo ni recursos en responderles. “Yo no tengo un chele para darle a nadie”, afirmó. Sostuvo que su enfoque es su trabajo y su vida personal, y que no se interesa por el accionar privado de funcionarios u otras figuras públicas. Según señaló, quienes intenten afectarla deberían, al menos, investigar quién es ella para que sus intentos tengan “algún resultado”, aunque reiteró que por su parte “no obtendrán nada”.

El descargo concluyó con un mensaje directo: “No pierdan su tiempo conmigo”. Pérez insistió en que no se presta para juegos mediáticos ni para alimentar controversias originadas —según dijo— en espacios que no forman parte de su vida ni de sus valores.