La comunicadora Diulka Pérez encendió el debate político internacional al afirmar que, si es necesario pagarle hasta US$500 millones a Nicolás Maduro para que abandone el poder en Venezuela, “que se le den y que se vaya”. Sus declaraciones surgieron durante su intervención en La Z101, donde expresó que el sufrimiento del pueblo venezolano “ya no da para más”.
Pérez reaccionó a los reportes difundidos por agencias internacionales que indican que Maduro habría solicitado una salida negociada que incluya amnistía para él, su familia y más de 100 colaboradores, además de permitirle conservar unos US$200 millones. Ante la polémica, Diulka fue tajante: “Venezuela no aguanta un día más. Si con 200 o 500 millones se acaba este calvario, eso es barato”.
La comunicadora comparó la situación venezolana con “vivir un día en la cárcel”, asegurando que la crisis ha devastado todos los sistemas esenciales: industria petrolera, educación, salud, producción de alimentos y medios de comunicación. “Un país que fue potencia petrolera y generador de televisión ahora no tiene ni aspirinas”, denunció.
Pérez también expresó solidaridad con los millones de venezolanos que han emigrado. Afirmó que la región entera siente el impacto del éxodo y que, por respeto a esas vidas, el mundo debería priorizar una salida pacífica, aunque implique un acuerdo que muchos consideren injusto. “La alternativa sería una intervención militar, y eso costaría mucho más que dinero: costaría vidas”, afirmó.
Finalmente, reiteró su postura: “Lo que quiere el venezolano es salir de Maduro. Si eso cuesta dinero, pues paguémoslo. Lo importante es que ese país vuelva a respirar”.
Además, Pérez cuestionó la indiferencia internacional ante el profundo deterioro social en Venezuela, recordando que miles de familias sobreviven sin acceso a medicinas, sin hospitales funcionales y con escuelas prácticamente colapsadas. “El venezolano pasó de ser reconocido por su educación y productividad a tener que abandonar sus estudios para poder comer. Eso es una tragedia humana que no puede seguir invisible”, expresó con evidente indignación.
La comunicadora insistió en que la permanencia de Maduro representa un freno absoluto al renacer democrático y económico del país. “No se trata de simpatías políticas; se trata de humanidad. Nadie puede pedirle a un pueblo que continúe atrapado en un régimen que lo empuja a buscar comida en basureros. Si su salida abre la posibilidad de reconstrucción, entonces cualquier acuerdo es preferible al sufrimiento perpetuo”, concluyó.