La comunicadora Diulka Pérez consideró innecesario el llamado de atención emitido por el Comité de Comportamiento Ético del Poder Judicial contra el juez Rigoberto Sena, tras este citar referencias bíblicas durante el proceso vinculado al caso SeNaSa. A su juicio, la reprimenda carece de sentido y desconoce el componente humano que inevitablemente acompaña el ejercicio de la función judicial.

Pérez sostuvo que, aunque las citas bíblicas y expresiones sobre la avaricia no constituyan fundamentos jurídicos estrictos, sí permiten conectar la ley con la dimensión ética del caso, marcada —según dijo— por una evidente falta de humanidad. “La ley no se aplica en el vacío, se aplica a personas y a realidades sociales concretas”, expresó.

La comunicadora también señaló como contradictorio que se critique al juez por recurrir a referencias religiosas, cuando uno de los principales implicados, Santiago Hazim, había difundido recientemente un mensaje navideño cargado de simbolismo cristiano y alusiones familiares. Para Pérez, este contraste evidencia una doble vara en la evaluación de los discursos públicos.

En su análisis, defendió que ningún juez puede desprenderse de su formación, su cultura ni de sus vivencias personales al momento de decidir, afirmando que todo ser humano carga una “mochila” de experiencias que influye en su criterio. Asimismo, advirtió sobre una contradicción institucional, al recordar que mientras se reprende a Sena por “motivar de más”, el Tribunal Constitucional ha anulado sentencias por falta de motivación suficiente.

Finalmente, Diulka Pérez afirmó que en un país que se define mayoritariamente cristiano no resulta descartable que un juez invoque valores bíblicos para recordar que conductas como la avaricia y la gula tienen consecuencias sociales y legales. También rechazó las críticas basadas en la apariencia física o juventud del magistrado, resaltando que la firmeza judicial depende del conocimiento y la independencia de criterio, no del aspecto personal.