Santo Domingo.– Residentes del sector El Millón y el ensanche Quisqueya denuncian un aumento preocupante de robos en sus calles, afectando tanto a negocios como a viviendas de la zona. Según los moradores, la escasa presencia policial ha permitido que los delincuentes actúen con total impunidad.
“Le robaron siete motores y una lavadora a ese señor de allí. A mí me llevaron un carrito, dos lavadoras y tres motores de ahí atrás. La situación está difícil y nadie hace nada”, relató un vecino afectado. Otros residentes confirmaron que los ladrones se llevan desde retrovisores hasta motores de nevera de repuesto, causando pérdidas significativas.
Los vecinos insisten en la necesidad de una intervención inmediata de las autoridades para reforzar la seguridad y evitar que la ola delictiva siga creciendo. Por el momento, la comunidad permanece alerta, pero preocupada por la sensación de desprotección ante la ausencia de patrullaje efectivo.
Según los moradores, los robos se han concentrado en horas de la noche, aprovechando la falta de vigilancia y la iluminación insuficiente en varias calles del sector. Algunos negocios han tenido que instalar sistemas de seguridad privados para proteger sus mercancías, lo que representa un gasto adicional que afecta la economía local.
Las autoridades locales aún no han emitido un comunicado oficial sobre las denuncias, lo que incrementa la frustración de los residentes, quienes aseguran sentirse abandonados frente a la delincuencia. “Si no hay respuesta pronto, la gente va a empezar a tomar medidas por su cuenta”, advirtió un comerciante.
Organizaciones comunitarias del Millón y el ensanche Quisqueya están promoviendo reuniones vecinales para coordinar acciones preventivas y exigir mayor presencia policial. Mientras tanto, los habitantes llaman a la ciudadanía a mantenerse vigilante y reportar cualquier actividad sospechosa para reducir los riesgos de nuevos robos.
Los vecinos también destacan que la situación ha afectado la vida cotidiana, limitando la movilidad y generando miedo entre niños y adultos mayores, quienes evitan salir de sus casas por temor a ser víctimas de los delincuentes.