Brasil vive un clima de creciente tensión política y económica tras el anuncio de que Flavio Bolsonaro, senador e hijo mayor del expresidente Jair Bolsonaro, será el candidato oficial del Partido Liberal (PL) para las elecciones presidenciales de 2026. La confirmación llegó este viernes 5 de diciembre, cuando el legislador publicó en redes sociales que su padre actualmente preso por un intento de golpe de Estado fallido lo eligió para “llevar adelante nuestro proyecto para la nación”.

El golpe político tomó por sorpresa a los mercados y a varios analistas, que esperaban un candidato con mayor experiencia para fortalecer el bloque de derecha en un escenario electoral cada vez más complejo. La designación fue posteriormente ratificada por el presidente del PL, Valdemar Costa Neto, quien afirmó que Jair Bolsonaro “ha tomado su decisión” pese a su condena e inhabilitación para ejercer cargos públicos.

Flavio Bolsonaro, de 44 años, ha sido una figura activa en la política brasileña desde su llegada al Senado en 2018. Con una carrera que incluye su paso por la Asamblea Legislativa de Río de Janeiro y una candidatura fallida a la alcaldía en 2016, es considerado el miembro más sólido de la familia Bolsonaro en Brasilia. Sin embargo, sectores dentro y fuera del partido consideran que su juventud y falta de experiencia en el Ejecutivo podrían complicar su capacidad para liderar una campaña nacional en medio de un país polarizado.

La situación se agrava por la permanencia en prisión de Jair Bolsonaro, cuya imagen sigue dividiendo profundamente al país. Analistas señalan que su respaldo a Flavio busca preservar la influencia del bolsonarismo en la política brasileña, en un momento crítico en el que la derecha intenta reorganizarse de cara a 2026. Mientras tanto, crecen las tensiones institucionales y la incertidumbre económica, alimentadas por la percepción de que Brasil enfrenta una nueva etapa de inestabilidad política.