Cientos de vuelos procedentes de los Estados Unidos continúan llegando con normalidad a la República Dominicana, según informó Aerodom, pese a las restricciones impuestas por el cierre parcial del gobierno estadounidense, que ha reducido el tráfico aéreo en al menos 40 aeropuertos de ese país.
La empresa administradora de aeropuertos indicó que este viernes no se registraron cancelaciones en el Aeropuerto Internacional de Las Américas, José Francisco Peña Gómez, y que todas las operaciones programadas se realizaron sin contratiempos. El secretario de Transporte de los Estados Unidos aseguró que se está dando prioridad a los vuelos internacionales para cumplir con los acuerdos y convenios internacionales vigentes.
Pasajeros que arribaron al país confirmaron que los vuelos transcurrieron con normalidad, reportando solo ligeros retrasos en algunos casos. “Todo fue bien, sin interrupciones ni cancelaciones, el vuelo estuvo perfecto”, expresó uno de los viajeros que llegó en un vuelo de la aerolínea Arajet.
Aerodom precisó que más de 100 vuelos estaban programados para aterrizar en el país este viernes, todos operando con regularidad. La reducción de vuelos en Estados Unidos responde a la falta de personal en áreas como control aéreo y seguridad, producto de la parálisis presupuestaria generada por el cierre del gobierno federal, situación que ha afectado los servicios públicos, pero no ha impactado el tráfico internacional hacia República Dominicana.
A pesar de las limitaciones en territorio estadounidense, las autoridades aeroportuarias dominicanas mantienen una estrecha coordinación con sus contrapartes en Estados Unidos para garantizar la continuidad de las operaciones y evitar afectaciones a los pasajeros. Aerodom destacó que tanto los aeropuertos de Santo Domingo, Punta Cana y Santiago, como los del norte y este del país, operan bajo absoluta normalidad.
Asimismo, el Ministerio de Turismo valoró la estabilidad del flujo aéreo como una señal positiva para la temporada alta que se aproxima, resaltando que el país sigue siendo uno de los destinos más confiables y seguros del Caribe. Las autoridades reiteraron su compromiso de mantener la calidad en los servicios aeroportuarios y el cumplimiento de los protocolos internacionales, pese a las dificultades externas que enfrenta la aviación estadounidense.