Susana Gautreau aplaudió que el Partido Revolucionario Moderno (PRM) haya abierto la posibilidad para que mujeres como Carolina Mejía y Raquel Peña compitan por la candidatura presidencial. Gautreau destacó que esta decisión representa un paso importante para visibilizar el liderazgo femenino en la política dominicana.
Según Gautreau, ambos casos muestran que las mujeres están preparadas para asumir cargos de primer nivel y que su participación activa contribuye a derribar prejuicios y fortalecer la democracia. Además, resaltó que más mujeres en la política significa mayor inclusión y diversidad en la toma de decisiones.
El reconocimiento de Gautreau llega en un momento clave, cuando las internas del PRM comienzan a delinear los aspirantes a la candidatura presidencial, poniendo de relieve el papel creciente de las mujeres en los partidos tradicionales y su capacidad para liderar proyectos nacionales.
Gautreau también subrayó que tanto Carolina Mejía, con su trayectoria como alcaldesa del Distrito Nacional y primera secretaria del PRM, como Raquel Peña, actual vicepresidenta de la República con un desempeño activo en funciones delicadas del gobierno, han demostrado un liderazgo sólido y capacidad de gestión. Esto, según la dirigente, les permite competir en igualdad de condiciones dentro del partido.
La dirigente destacó además que la inclusión de mujeres en posiciones de alta responsabilidad dentro de los partidos políticos no solo fortalece la democracia interna, sino que también sirve de ejemplo para otras organizaciones, promoviendo un cambio cultural que reconozca el talento femenino como motor de progreso.
Finalmente, Gautreau hizo un llamado a la militancia y a la sociedad en general a apoyar y respaldar la participación femenina en la política, asegurando que la preparación y la capacidad deben ser los criterios principales para acceder a los cargos de decisión, sin importar el género.
Gautreau concluyó enfatizando que la visibilidad y el respaldo a mujeres como Carolina y Raquel envían un mensaje claro: el liderazgo político no tiene género y el futuro del país se construye también con la participación activa de mujeres capaces y comprometidas.