El alcalde de Dajabón, Santiago Riverón, lanzó una contundente advertencia, donde aseguró que el país podría enfrentar una “pérdida de nacionalidad” en menos de una década si no se aplican medidas estrictas para frenar la ocupación territorial y el descontrol migratorio en la frontera con Haití.

Riverón presentó ante la Comisión Fronteriza de la Cámara de Diputados un anteproyecto de ley que busca prohibir la venta de tierras y propiedades a ciudadanos haitianos, a quienes señaló como parte de un proceso acelerado de adquisición territorial en zonas estratégicas de la frontera. Según el alcalde, la propuesta no es un acto de discriminación, sino un asunto de “seguridad nacional”, afirmando que Haití prohíbe legalmente vender tierras a extranjeros, por lo que República Dominicana debe adoptar una medida similar.

El edil también denunció que amplias áreas rurales fronterizas han sido abandonadas por dominicanos y ocupadas de forma creciente por nacionales haitianos, situación que, a su juicio, amenaza la soberanía y el equilibrio demográfico en la región. Riverón insistió en que su proyecto contempla además un plan de “dominicanización de la frontera”, con incentivos para que familias dominicanas regresen y repueblen las comunidades que han quedado vulnerables.

Con su advertencia, el alcalde reafirmó que el Estado debe actuar con urgencia: “Si no tomamos medidas ahora, en 10 años habrá consecuencias irreversibles para la identidad y la soberanía dominicana”, sentenció.

Riverón insistió en que su advertencia de que “en 10 años perderemos la nacionalidad” no es un mensaje alarmista, sino una lectura de la realidad demográfica y territorial que, según él, ya se refleja en diversas comunidades de la frontera. Señaló que en algunas zonas la población dominicana ha disminuido considerablemente mientras crece la presencia de ciudadanos haitianos que adquieren propiedades de manera irregular o mediante prestanombres. “Si no se pone un freno hoy, mañana será demasiado tarde”, dijo el alcalde, haciendo un llamado a los legisladores a asumir el tema con responsabilidad histórica.

El alcalde agregó que su propuesta también contempla estímulos económicos y sociales para que las familias dominicanas regresen a las comunidades abandonadas y para que nuevas inversiones agroindustriales se instalen en la franja fronteriza. Riverón aseguró que la solución no es solo prohibir ventas, sino revitalizar la vida productiva dominicana en la zona. “Ocupación es soberanía. Si la frontera no es habitada por dominicanos, otro la va a ocupar”, expresó, reiterando que su proyecto busca prevenir futuros conflictos y proteger la integridad territorial del país.