Washington, D.C. – Millones de familias estadounidenses que dependen del programa de asistencia alimentaria SNAP verán reducidos sus beneficios este mes debido al cierre parcial del gobierno. La administración Trump informó que solo podrá cubrir el 65% del valor habitual de los cupones de alimentos, lo que representa una reducción del 35% en la ayuda destinada a la compra de comida.

El anuncio se produce tras una orden de un tribunal federal que exigió al gobierno reanudar los pagos del programa, que beneficia a más de 40 millones de personas en todo el país. Para cumplir parcialmente con la disposición judicial, el Departamento de Agricultura utilizará más de 4,000 millones de dólares de fondos de contingencia, asegurando que los beneficiarios reciban al menos una parte del monto mensual mientras persista la parálisis administrativa.

Aunque la medida fue celebrada por algunos sectores como un alivio temporal, organizaciones sociales advierten que la reducción afectará severamente a los hogares más vulnerables, especialmente en comunidades con alta dependencia del SNAP para garantizar su seguridad alimentaria.

Expertos en política social advierten que este recorte temporal puede generar un aumento en la inseguridad alimentaria, especialmente entre familias con niños y personas mayores que dependen casi exclusivamente de estos beneficios. “Aunque es mejor recibir algo a quedarse sin nada, un 35% menos impacta directamente la capacidad de las familias para cubrir sus necesidades básicas”, señaló un portavoz de una organización de ayuda social.

El Departamento de Agricultura aclaró que este ajuste es excepcional y únicamente por el cierre del gobierno, y que los pagos se normalizarán una vez que se restablezcan los fondos completos. Sin embargo, la incertidumbre sobre la duración del cierre mantiene a muchas familias en un estado de preocupación constante, ya que no saben cuánto tiempo deberán enfrentar esta reducción en sus recursos alimentarios.

Por su parte, legisladores de oposición han criticado la gestión de la administración Trump, argumentando que el cierre del gobierno pone en riesgo la alimentación de millones de estadounidenses, y han instado a una rápida resolución que permita garantizar la cobertura total del SNAP sin interrupciones ni reducciones. La tensión política continúa mientras el país espera soluciones que aseguren la estabilidad de los programas sociales.