La tensión diplomática entre Estados Unidos y Venezuela volvió a escalar este lunes luego de que el Departamento de Estado estadounidense declarara al llamado Cartel de los Soles como organización terrorista extranjera (FTO), una decisión que incluye al presidente Nicolás Maduro y parte de su círculo más cercano. La designación amplía el margen de acción de Washington y se suma a las sanciones y medidas tomadas previamente contra esta red.

Según EE. UU., el Cartel de los Soles no funciona como una organización criminal tradicional, sino como células descentralizadas dentro de las Fuerzas Armadas y sectores del Gobierno venezolano, supuestamente vinculadas al narcotráfico y actos de corrupción. El secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, declaró que existe “una base fáctica suficiente” que cumple con los criterios legales para considerar al grupo como terrorista.

Washington sostiene que Maduro dirige esta estructura y lo vincula además con la banda criminal Tren de Aragua, señalándola como una organización con expansión internacional. En agosto, el Gobierno estadounidense incluso duplicó a 50 millones de dólares la recompensa por la captura del mandatario venezolano, a quien acusan de amenazar la seguridad nacional estadounidense.

El Gobierno venezolano rechazó enérgicamente la designación, calificándola como una “patraña ridícula” y denunciando que se trata de un invento de Washington destinado a justificar una estrategia de cambio de régimen. Caracas sostiene que el Cartel de los Soles “no existe” y que se intenta imponer una narrativa para escalar la confrontación política.

La decisión llega en medio de un reforzamiento militar estadounidense en el Caribe y de un momento de alta tensión bilateral. A pesar de ello, reportes de la web Axios indican que el presidente Donald Trump estaría dispuesto a dialogar con Maduro. Según una fuente citada por el medio, “nadie va a ir a pegarle un tiro o secuestrarlo”, sugiriendo que Washington preferiría presionar sin descartar una salida negociada.

La designación como FTO implica que cualquier grupo extranjero vinculado al terrorismo que amenace la seguridad estadounidense puede ser perseguido bajo amplias facultades legales. Para EE. UU., el Cartel de los Soles y organizaciones como el Tren de Aragua o el Cartel de Sinaloa representan un riesgo por su capacidad para traficar drogas y generar violencia en el hemisferio.