Una mujer identificada como Marisa Rosa fue arrestada luego de haberle causado la muerte a su expareja, Jonathan Martínez, de 34 años, durante un incidente ocurrido en el municipio de Sosúa, provincia Puerto Plata. El suceso fue reportado por el canal Noticias RNN y ha generado consternación entre los residentes de la comunidad de Villazaret, donde tuvo lugar la tragedia.
De acuerdo con los testimonios y los informes preliminares, la pareja se encontraba compartiendo bebidas alcohólicas cuando inició una fuerte discusión que fue escalando rápidamente. Testigos narraron que la disputa se tornó cada vez más agresiva, hasta que Marisa Rosa tomó un arma blanca y le propinó a Martínez una estocada mortal.
La herida provocó que Jonathan Martínez colapsara en el lugar, sin que los presentes pudieran asistirlo a tiempo. Tras el ataque, agentes de la Policía Nacional que fueron alertados por vecinos acudieron a la escena y procedieron a detener a la presunta agresora.
Las autoridades informaron que la mujer se encuentra bajo custodia para los fines correspondientes de investigación y proceso judicial. Mientras tanto, el cuerpo de Martínez fue trasladado al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) para los procedimientos de rigor.
El caso ha reavivado el debate sobre los niveles de violencia intrafamiliar en la región y la necesidad de fortalecer programas de prevención. La Policía Nacional señaló que ofrecerá más detalles del hecho conforme avance la investigación.
Penalidad
En la República Dominicana, un hecho como este suele clasificarse legalmente como homicidio voluntario, según el artículo 295 del Código Penal, que establece que quien voluntariamente causa la muerte de otra persona incurre en esta infracción. Para este tipo penal, la legislación dominicana contempla penas que generalmente oscilan entre 20 y 30 años de prisión, dependiendo de las circunstancias específicas del caso. La pena puede aumentar si se demuestra la presencia de agravantes, como crueldad, premeditación o si existía una orden de alejamiento previa entre la víctima y la agresora.
En situaciones donde no existan agravantes, el caso podría manejarse como un homicidio simple, cuya sanción tiende a ser más baja dentro del mismo rango. Sin embargo, al haberse utilizado un arma blanca en medio de una discusión que escaló hasta causar la muerte, el Ministerio Público suele solicitar medidas más severas, especialmente en hechos de violencia entre parejas o exparejas. En definitiva, de confirmarse la responsabilidad penal, la acusada podría enfrentar una condena significativa dentro de este espectro legal.